AMOR GITANO

Era diez de junio en La Guardia, Jaén…
día de misa, tranquilo… si no fueras gitano.

Juana Trujillo, de Fiñana, Almería…
y su marido José Maldonado, de Granada…
fueron a la iglesia.

Juana, mujer de fe sencilla…
se acercó al altar con el alma limpia.

Pero un payo la miraba…
de esos que no ven personas, solo ven gitanos.

Cuando recibió la Hostia…
él juró que no la había tragado.
Que se la guardó para brujería…
para adivinar el futuro…
pura maldad.

Una mentira… y la Inquisición se puso en marcha.

Pasaron dos años…
dos años de miedo y silencio.

En 1783 los metieron en las cárceles secretas de
Córdoba…
olía a cal, a frío, a encierro…
y el silencio te comía el alma.

Pero Juana no se quebró.
Cuando la interrogaron, no habló de magia…
habló de amor…
de su boda.
-¿Cómo os casasteis?
-A lo gitano -dijo ella- bajo el cielo, con la
familia delante.
No hubo cura, ni papel, ni permiso…
solo palabra… y verdad.
-Yo te recibo por esposo.
-Y yo te recibo por mujer.
Esa fue su ley…
su fe… su manera de amar.
Para ellos, amor limpio.
Para la Inquisición, pecado.
El catorce de agosto de 1783…
doscientos azotes por las calles de La Guardia.
Quince días de sermones forzados para "limpiar
el alma".
Les pusieron la túnica de la vergüenza…
el sol caía a plomo…
el látigo golpeaba una y otra vez.

José aguantaba…
pero Juana levantó la cabeza…

"¡Dios sabe que no hicimos mal! ¡Solo nos
amamos!"

Esa voz…
valía más que todos los golpes…
más que todos los sermones.
Era dignidad…
era fe gitana…
era amor libre.

Los golpes no borraron su nombre…
ni el silencio su historia.

Eran culpables solo de una cosa:
de ser gitanos…
y de amarse sin permiso.

Y por eso…
más de dos siglos después…
sus nombres siguen vivos.

Si quieres conocer estas y otras muchas historias sobre los gitanos no dudes en visitarnos en el mejor chat calo de internet desde el siguiente enlace:

Si quieres conocer otros artículos parecidos a AMOR GITANO puedes visitar la categoría MUNDO GITANO.